Este fue el segundo gran convento y edificio monumental del siglo XIII, demolido a principios del XX, en esta capital, junto al de San Francisco. Las órdenes más importantes, dominicos y franciscanos, representadas en sendos conventos. En el dibujo siguiente (de una impresión coloreada de 1924) vemos el dibujo realizado por Salneuve y grabado por Le Camus (fuente, aunamendi.eusko-ikaskuntza). Puede verse el convento desde su parte trasera, en todo su esplendor, con su espadaña. Al fondo se ve la Catedral vieja.
SITUACIÓN
Este convento, cuando se construyó, estaba en las afueras de la ciudad, en lo que se llamaba “Barrio de Santo Domingo Afuera”, sirviendo incluso de muralla en alguna época, tal y como se aprecia en el dibujo sacado del trabajo publicado por Amaia Mesanza e Ismael García (El fantasma del Convento de Santo Domingo de Vitoria). Llegó a ser inmenso: Desde el final de la calle Zapatería y Herrería, la conocida como Plaza de la Leña, donde se ubicaba la entrada principal del convento y la iglesia, hasta el antiguo Campo de los Sogueros, el final de la calle Siervas de Jesús y el primer tramo de la calle Portal de Arriaga. Lo que hoy ocupan e l centro cívico Aldabe hasta Plaza de Santo Domingo aprox. En la foto, tomada en lo que hoy es la plazuela de Aldabe, se puede ver a la derecha el final de la iglesia y tapia de otras dependencias tras la iglesia:
HISTORIA DEL CONVENTO
1225, Construcción. Se construyó a principios del siglo XIII, en el 1225 según algunos estudiosos, gracias a la donación del rey de Navarra, Sancho el Fuerte, a Santo Domingo de Guzman (año 1194), de su casa fuerte-palacio que tenían en Vitoria y de la iglesia románica de Santa Lucía (la leyenda dice que fue el mismo santo Domingo quien mando construirlo, pero no hay datos históricos de ello). Será uno de los primeros conventos españoles de la Orden de Predicadores de Santo Domingo.
Tras diversos incendios y reconstrucciones, fue creciendo hasta lo que llegó a ser en el siglo XIX, casi 4.800 m2 en su conjunto (en el dibujo, del trabajo citado de Mesanza y García), fases de expansión)
El primer incendio, de la primitiva iglesia, fue en el año 1240 (un gran incendio que quemó buena parte de la ciudad). Tras el incendio, la ermita fue reconstruida.
Plano del dibujo en su expansión máxima, año 1902 (Foto Schommer, Photoaraba), se aprecia perfectamente el claustro irregular.
En 1423 hubo otro incendio que quemó la iglesia y el convento. Se volvió a empezar a reconstruir pero la reconstrucción había sido muy lenta debido a la falta de ingresos por lo que los edificios estaban en muy mal estado.
En 1523, mediante ingresos procedentes de limosnas, se decidió derribarla entera y empezar de nuevo. Se construyó entonces el gran convento que se ha conocido hasta este siglo pasado (un cronista del siglo XVIII se asombraba de cómo, con sólo limosnas, pudiera hacerse una iglesia tan suntuosa, una de las más importantes de los Dominicos, si bien en otras crónicas se describe que la reconstrucción de la iglesia se realizó entre 1523 y 1536 con el patrocinio de Carlos I, cuyo escudo imperial presidía el coro. Esta iglesia tenía una sola nave, en planta de cruz latina, cabecera pentagonal, nave de cuatro tramos, bóvedas de terceletes y estrelladas en crucero y cabecera. En la foto siguiente, de 1912 aproximadamente, puede verse la nave central, con su ábside final y uno de sus laterales. Detalle del ábside de la nave central (foto de 1914 aprox., foto Lorenzo Elorza):
(Foto, de Enrique Guinea, de 1917-1918, a la izquierda se ve el final del murito que había junto a la plaza de la Fuente de los Patos y a la derecha el inicio de la fachada del palacio del Marqués del Fresno). AMVG
Lo más destacable era el claustro construido ese año 1524, que no era cuadrado o rectangular como solían ser todos sino que era irregular, debido a que aprovechaba los muros del antiguo patio de la casa-palacio donado por Sancho VII el Fuerte, rey de Navarra. Este claustro tenía 22 arcos (de ellos sólo se conserva uno, que se puede ver si visitas el jardín del actual Parlamento Vasco, a la entrada de La Florida). La portada y el pórtico renacentistas, eran del siglo XVII..
Fotos del claustro, de aproximadamente 1914, donde se aprecia una de las crujías, los restos de los contrafuertes y los arcos decorados. Las fotos son del Fondo Baraibar (una de las personas es Federico Baraibar, el fotógrafo Lorenzo Elorza)
Una foto más del claustro, ésta del año 1917, justo antes de derribarse por completo, de Enrique Guinea:
ABANDONO Y DERRIBO
Como pasó con otros edificios singulares, la guerra determinó la historia de este gran edificio:
El 29 de septiembre de 1833 muere Fernando VII y empiezan las llamadas guerras carlistas. En Vitoria primero el carlista Valentín María de Verastegui se hace con el control, frente al jefe militar Villasana, pero mes y medio después, en noviembre de 1833, el general cristino, Sarafield, entra victorioso en la ciudad y evacúa tanto este convento de Santo Domingo como el de San Francisco, para disponer de ellos para el alojamiento de sus tropas (al principio conviven frailes y militares, unos en lo habilitado como cuartel y los frailes en su cenobio habitacional).
El 26 de marzo de 1834, el ministro de Estado liberal, Martinez de la Rosa, ordenó la «supresión de todos los conventos en los que al menos una sexta parte de la comunidad se hubiese unido a la «facción»» carlista y posteriormente, el 31 de octubre de 1834, dictaminó la «supresión de todos los conventos situados en descampados de las provincias de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra con el fin de facilitar el exterminio de las facciones y por convenir a la pacificación de las provincias sublevadas». Por todo ello, el general Quesada (jefe del ejército del Norte) había pedido la expulsión de frailes por ser frailes que se habían distinguido defendiendo posiciones carlistas. Para ello se publica una Orden del 17 de abril de 1834, para la «evacuación inmediata de los dos conventos vitorianos (Santo Domingo y San Francisco) en el plazo de 3 días». En la foto, estado del convento en una foto de la Revista Novedades de 17-3-1913 (Foto Amado)
En 1835 el convento se convierte en almacén y su degradación es ya constante hasta su derribo. Ello a pesar de que, tras la desamortización de Mendizabal de 1836, por la que los terrenos de los conventos pasaban al estado, el rey, en 1838, había ordenado al Ayuntamiento que “se conserven los edificios de los antiguos conventos por sus bellas formas de interés para las artes”. Pero ese año, el 1 de marzo, el Ayuntamiento se lava las manos proponiendo al rey que el de Santo Domingo pase a ser cuartel de caballería, el de Santa Cruz para Universidad y San Francisco para cuartel de Artillería.
La última misa de este convento fue el 2 de febrero de 1835, Día de la Candelaria
Restos de la nave central sobre 1912
Tras ello, el edificio tuvo muchos usos militares (cuartel, cárcel, hospital, polvorín…) hasta que en 1916 el gobierno militar lo cedió al Ayuntamiento para su derribo, estando ya el edificio en un estado de ruina considerable, que empezó a demolerlo en 1917 terminando en 1918.
Lateral de la nave central, sobre 1914. Foto Enrique Guinea que apareció en la revista La hormiga de oro en marzo de 1917 (foto proporcionada por Edgar da Silva)
En esta otra foto que me enviaron, (no recuerdo ahora quien, lo siento), una de las arcadas del claustro, fotografía de 1912, obra de Balbino Sobrado.
Solar que quedó tras el derribo
USOS DEL CONVENTO: DE PRIMERA UNIVERSIDAD VITORIANA, A POLVORÍN
Se cuenta que ya en 1254 vivía en el convento Fray Pedro Ochoa, predicador general de la Orden. A este convento se le puede considerar la primera «Universidad», ya que era una casa de estudios de la Orden, con tres lectores de lógica, física y metafísica, otro del maestro Cano, dos de teología, otro de moral, un maestro de estudiantes y un regente de estudios, maestro de la Orden. Tuvo al menos cátedras de Filosofía y Teología. Ya en 1281 se conocían por su fama los «Cursos de estudios en Santo Domingo» y en esos años se constituyó la Casa Noviciado, gracias a Pedro de Oreitia y Velasco (ministro de Carlos III), el mismo que regaló cuadros de Ribera al convento (luego donados a la DFA). Aquí estudiaron la mayor parte de los eclesiásticos vascos y riojanos (entre ellos el beato Fray Tomás de Zumárraga, Fray Francisco de Vitoria, el mártir Fray Jacinto Esquivel, Fray Juan de Vitoria, Fray Juan de Ortega, Fray Domingo de Salazar…
Postal de 1917
Fue abandonado en 1834, por orden del ejército del Norte. Tras ser utilizado como cuartel, en 1835, pasó posteriormente a ser destinado a polvorín, lo que hizo que muchos vecinos se opusieran al mismo, consiguiendo finalmente que dicho polvorín fuera trasladado a Judizmendi en 1853.
En 1957 se convirtió en cárcel hasta 1861 en que se construyó la de la calle La Paz
En 1865 se trasladó el hospital militar que estaba en el Convento de San Francisco a este convento, uso que tuvo hasta que en 1897 se construyó el Hospital Militar de la calle Comandante Izarduy.
LO QUE SUSTITUYÓ AL CONVENTO
En 1931 se cedieron los solares de forma gratuita al municipio. En 1938, durante la guerra civil, el Auxilio Social construyó en parte de los solares una Guardería Infantil, tal y como se ve en la siguiente foto, en el mismo lugar donde ahora está el C.C. Aldabe:
En otra parte de dichos terrenos el Ayuntamiento construyó un frontón público (año 1942)
En esta foto de Alberto Koch, de 1954, puede verse a la derecha el edificio de la guardería-jardín de infancia (aulas, comedores…), del Auxilio Social (foto tomada desde una ventana trasera del Portalón), tras él, con unas arcadas, el pequeño edificio donde dormían la siesta los peques. El edificio de la izquierda, que se ve un poco, era un comedor social.
Desde 1983 el edificio se usó provisionalmente para el centro preescolar Santo Domingo y para la ikastola Bambi, hasta que se trasladaron a su sitio actual en Beato Tomás de Zumárraga.
En 1998 se inauguró el actual centro cívico «Aldabe»:
BARRIO DE SANTO DOMINGO Y CALLE DE SANTO DOMINGO
La existencia del convento dio nombre a la antigua vecindad o barrio de Santo Domingo, uno de los más antiguos de la ciudad, así como a la actual calle de Santo Domingo. Como barrio desapareció en 1887, cuenta Venancio del Val en su libro de Calles Vitorianas. Comprendía las calles de Chiquita, los finales de la Correría, Zapatería y Portal de Arriaga, la calle de Santo Domingo y los finales de Tenerías, Cubo y Barrancal.
RESTOS
Quedan al menos dos restos de este edificio:
1.- La imagen de la Virgen del Rosario que había se trasladó a la Colegiata de Santa María en 1859.
2.- Pedro de Oreitia y Velasco (ministro de Carlos III), regaló al convento tres cuadros de Ribera, que estaban en la Capilla de Noviciado y que, tras desaparecer el convento, fueron donados a la DFA (están en Museo y el propio palacio de la Diputación). Parte de la gran biblioteca que tenía estaba en el Convento de las Dominicas de Santa Cruz en Vitoria.
3.- Y también se salvó uno de los 22 arcos del claustro. Este arco se puso inicialmente en el patio del antiguo Instituto de Enseñanzas media de Vitoria, como puede verse en la foto doble anterior.
Posteriormente, en 1980, con la remodelación del Instituto para sede del Parlamento vasco, se trasladó al jardín de entrada de la Residencia de San Prudencio, frente al Artium.
En julio de 2020. el arco, remozado y limpiado como nunca, ha vuelto al Instituto/Parlamento, esta vez al exterior, y lo podemos ver ahora todos los que pasemos por el Paseo de la Florida, majestuoso y bello:
ENLACES Y AGRADECIMIENTOS
Ante todo, mis disculpas por no haber puesto este apartado desde el principio. Esta fue una de las primeras historias que hice en este blog y en ese momento, por novato y por descuido, no reparé en ello.
En este caso mis disculpas especiales a Ismael (investigador de Vitoria incansable, de cuyo trabajo historiógrafo saqué información y alguna foto) por esta injustificable ausencia que posteriormente, en las entradas más modernas, ya he tratado de no volver a cometer.
Para esta historia he leído trabajos muy interesantes, algunos modernos y otros de hace decenas de años. De los que ahora mismo recuerdo, porque en su día no supe apuntar todas las fuentes de libros antiguos y páginas web, destaco lo siguientes:
– ‘El ‘fantasma’ del convento de Santo Domingo’, de Amaia Mesanza e Ismael García, del Grupo de investigación de arqueología en arquitectura», de la UPV. Una web recomendable para todos los que os interesa como a mi, la historia en general.
– «Santo Domingo de Vitoria», de Jose Cola y Goiti (Revista Euskal Erria, año 1898)
– Diversas webs decanas de vitorianos que contienen fotos, extractos, post largos y cortos…. y mil cosas interesantes de todo lo relacionado con Vitoria-Gasteiz como www.recordandovitoria.wordpress.com, www.conociendoalava.blogspot.com.es, www.vitoriaenfotos.blogspot.com.es, www.kulturgasteiz.com, www.vitoriano-gasteiztarra.blogspot.com.es…..
Gracias a todos ellos y a otros lugares donde he aprendido de esta historia aunque ahora no lo recuerde.
Saludos. Encuentro muy interesante el trabajo que hacéis en este blog pero agradecería que citarais todas vuestras fuentes. Entiendo que es un despiste sin mala internción, pero en este post no he encontrado referencia al artículo ‘El ‘fantasma’ del convento de Santo Domingo’ del que soy autor conjuntamente con Amaia Mesanza, y del que habéis sacado algunas de las imágenes fruto de nuestro trabajo de investigación (concretamente la 2ª, la 3ª y la 4ª). El enlace original al citado artículo lo podéis encontrar en https://www.academia.edu/35276444/El_fantasma_del_Convento_de_Santo_Domingo_de_Vitoria
Un cordial saludo.
Perdóname Ismael.
Te aseguro que lo tenía guardado ya que lo volví a ver no hace mucho en facebook publicado por tí. En su día había sacado las fotos pero no había apuntado nada y por eso no estaba citado. Hace una semana o así vi el artículo y me lo guardé para poder no sólo poner vuestro enlace y nombres, sino incluso alguna nota más. Tenía algunas otras fotos más para poner en esta entrada en cuanto tuviera tiempo y lo iba a hacer en ese momento, pero por supuesto que lo hago ahora mismo, lo siento, no había sido mi intención y me siento desolado por ello. Tanto Enklabe como academia.edu son webs que visito mucho y aprendo con ellas muchísimo y siempre estaré agradecido por ello.
Perdonadme, de verdad. Al principio guardaba fotos de mil cosas que encontraba, todas desordenadas y sin titular (craso error que ahora suelo no hacer aunque alguna se me pasa,seguramente). Cuando ya empecé a hacer historias ya sí que empecé a poner los agradecimientos y enlaces.
Mis más sinceras disculpas, por favor. Y mis mas sinceras felicitaciones por vuestro trabajo científico, mil veces más importante que esta divulgación de historias de este blog.
No te preocupes. Todo solucionado, y nada de que nuestro trabajo sea ‘mil veces más improtante que esta divulgación’. Divulgar es también muy importante, y este blog es una buena muestra de que se pueden hacer grandes contribuciones en este sentido. Todos aportamos lo nuestro desde lo que sabemos/podemos. Mis felicitaciones por este ‘trabajazo’. Ánimo con ello y a seguir adelante. Saludos!
Muchas gracias Ismael.