Cuando cuentas historias suele pasar…, al buscar una historia ésta se conecta con otras muchas y al final tienes mil historias que te gustaría contar, relacionadas de alguna forma unas con otras. Al hablar de la historia de la Plaza de toros vieja me pasó esto, oí hablar de esta tragedia que se produjo en el coso taurino vitoriano y…., una historia más de Vitoria-Gasteiz.
Ocurrió el 16 de junio de 1889, en la Plaza de toros de esta ciudad. La Plaza de toros en esa época era polivalente también, había otros espectáculos, no sólo corridas. Uno de los más vistosos era la elevación y acrobacias aerostáticas, algo que llevaba muy pocas décadas sucediendo en estos lares (poco antes de 1850 fue la primera vez que se vió en Vitoria, en la Plaza Nueva).
Era muy vistoso, incluido el inflado, con hornillos de fuego en medio de la plaza, hojarasca y pajas que hacían el humo y un gran aparataje de cables y postes que sujetaban las lonas pero……..
Esos días estaba en Vitoria (ya había venido otras veces, las fotos son de Milá pero no en Vitoria sino en otras plazas), la más importante compañía de acrobacias aerostáticas: La compañía aerostática LATUR. Al director de la misma le llamaban «Milá hijo» o Milá » a secas. Su nombre real: Antonio Martínez Latur (abajo del todo os pongo un resumen de su biografía y el por qué de su apodo). Ese día, Milá iniciaba su gira de ascensiones precisamente en Vitoria, tras dos suspensiones en los días anteriores por la lluvia y mal tiempo.
No se sabe del todo que falló, el caso es que empezó a ascender y el viento llevó el globo hacia el poste sur que se había puesto para sujetarlo. Al pasar por el poste y tejadillo Milá se enredó con los cables metálicos y cuerdas que sujetaban el trapecio y dicho poste. Uno de esos cables se le enrolló en el muslo partiéndole el fémur y provocándole una gravísima hemorragia. Antonio se ató el brazo al trapecio para no caer, hasta que a unos 4 kilómetros, por la localidad de Mendiola, cayó el globo al suelo, arrastrándole, muriendo desangrado y por el propio arrastre.
Un cronista de la época escribía así lo sucedido (resumido): “Entonces, Milà hijo, entre aplausos y acuerdas de la música, daba vueltas al ruedo y despedíase del público. Acto seguido, tomaba con ambas manos el trapecio y a la voz (la recuerdo bien) de ‘Sueltentodos’, obraba la fuerza ascensional del aerostato y éste se remontaba verticalmente. Pero… se olvidaron de soltar el cable de sustentación… ¡y cono el globo ascendió el cable del que pendía un poste…!. Aquel cable asesino cortó una pierna de Latur, produciéndole herida mortal en el aire, y en el aire comenzó a sentirse fallecer…”
Milá era muy bien considerado y conocido en Vitoria, por donde paseaba cada vez que venía, y su féretro fue llevado a hombros por socios del Casino Artista Vitoriano y enterrado en el panteón de una familia vitoriana (la de Manuela Suso Zubia) en el cementerio de Santa Isabel. La compañía de Milá, todavía estuvo unas semanas en Vitoria y realizó dos funciones más, el 23 y 29 de junio.
Otras relaciones que tuvo Vitoria con estos globos de Milá :
– Un hermano de Antonio, Raimundo, que también se dedicaba a lo mismo, tuvo un accidente que pudo haber sido muy grave, en otro globo, dos meses después. El globo se llamaba «Ciudad de Vitoria».
– En agosto, además, uno de los miembros de la Compañía Latur, Jaime Pascual, se casó con la vitoriana, Carmen Amenabar, quedándose a vivir en Vitoria, y siendo posteriormente el director de «Veloz Club».
En la autobiografía del famoso payaso Charlie Rivel se describe este suceso con algunos errores seguramente propios del hecho de querer darle más grandiosidad y tensión literaria (aparte de errores en la fecha, ya que habla de 1884 en vez de 1889). Charlie contaba que su padre había actuado como acróbata aerostático en el circo de Joan Milá y también con Antonio Martínez Latur (no se sabe si trabajó o no). Describe asi de terrorífico el suceso: “…el tiempo era especialmente malo. Igual que le sucedió a Arban en 1849, el público no aceptó la suspensión del espectáculo, a pesar de los ruegos de Milá padre. “Hemos pagado y queremos ver ascender el balón, ¡es nuestro derecho!”. Estimando las dificultades económicas que le supondría a la compañía devolver el importe de la entrada, el joven acróbata decidió ofrecer el espectáculo a pesar de las peligrosas rachas de viento. Y sin esperar la respuesta de su padre, agarró el trapecio, ató la cuerda de seguridad a su muñeca y dió la señal a los hombres de la arena para que soltaran el balón. Entonces la masa se inquietó de repente y sonó un grito colectivo. Escandalizados, los asistentes se ponían en pie. ¿Qué había pasado? Una cuerda de acero se había prendido de la pierna del joven Milá y, mientras el balón lo elevaba por los aires, la pierna le fue arrancada de cuajo. El balón continuaba ascendiendo con su víctima mientras la sangre caía sobre la plaza y sobre los aterrados espectadores, que ahora se dirigían entre gritos a la salida mientras trataban de limpiarse la cara ensangrentada”.
RESEÑA BIOGRÁFICA DE MILÁ
El verdadero nombre de Milá hijo era Antonio Martínez Latur, y había nacido en Cofrentes, Valencia, el 23 de enero de 1862.
Antonio era un buen gimnasta y desde muy pequeño se dedicó a hacer acrobacias por lo que pronto también empezó a trabajar en espectáculos o pequeños circos, como funambulista y gimnasta.
La compañía más importante de aerostáticas, la del catalán Joan Milá, le acogió casi como un hijo y le contrató en su espectáculo, y por ello se quedó con el apodo de “Milá hijo” y posteriormente sólo Milá o Capitan Milá (la historia de la aerostación acrobática la empezó Félix Mayet (1850-1883) hacia 1875, siendo famosas sus ascensiones en el globo Mongolfier llamado «Relámpago», tanto en Francia como en Italia o España. Félix fue quien enseñó a Joan Milà y éste a Antonio (Milá hijo). Mayet murió en un accidente tras caer en los tejados de Madrid en una de sus ascensiones.
En alguna web he visto también confundir a Milá, (Antonio Martinez), con otro llamado “Capitán Martinez”, que se llamaba Esteban Martínez Díaz y era madrileño (murió en 1912 en Valencia en plena ascensión). Hay algunas versiones sobre Joan Milá que dicen que en realidad no se apellidaba así, sino Mateu, y que el apellido Milá se puso por apócope de «El milagro» que es como se conocían a los globos de esa época qué él usaba.
Falla dedicada al Globo de Milá en 1884:
LITERATURA SOBRE MILÁ
Milá era un ídolo en Valencia (actuaba en todas sus fiestas siempre) y allí se le han dedicado muchas obras de todo tipo:
Ya cuando vivía se le dedicaron un par de aucas (historias ilustradas con dibujos y frases en pareado de cada una de ellos, también llamados aleluyas en Castilla y otras zonas no catalano-valencianas). Uno de ellos lo realizó el valenciano Vicente Años. Esta foto es de uno de los cuadros del auca más famoso, del periódico Las provincias de 7-3-1972, que relata una de las proezas: subirse al globo y disparar un cañón desde él.
Aparte de estas famosoas aucas, muy de moda en aquellos tiempos, a Milá se le ha dedicado por ejemplo una obra de teatro: “Milà por los aires”, de M.R. Liern, un vals llamado «El intrépido Milá» (por Estanislao Máñez), un estudio titulado “El globo de Mila, Estudio folclórico” (año 1946, del valenciano Rafael Gayano Lluch), un pasodoble para piano (de Sidoré, en 1902, titulado «Al intrépido aereonauta capitán Milá»), …..
En la portada del estudio flolclórico, como marca de agua o fondo, se pude ver el auca del que hemos hablado antes:
También en Vitoria se le quería y había aquí una cancioncilla que se cantaba que decía:
«Cuando Milá
traiga el globo de París
dice que lo ha de estrenar
una modista de aquí.
Quiero subir, subir,
quiero bajar, bajar,
quiero subir en el globo,
en el globo de Milá»
Este es el texto del AUCA valenciano que cuenta la historia de la muerte de Milá en Vitoria:
Si alguien quiere saber más de estos temas de globos y aerostación, este titulado «AVENTURA, ESPECTÁCULO Y DEPORTE EN LOS INICIOS DE LA AEROSTACIÓN EN ESPAÑA (1784-1905)», de Xabier Torrebadella, es muy bueno (PARA DESCARGARLO, EN ESTE ENLACE)
AGRADECIMIENTOS
– al siempre vitoriano de pro, Venancio del Val, por su extenso artículo en la revista Celedon de 1989.
– a la Biblioteca Histórica de la Universidad de València
– a la web «rosasalarose.es»
– al diari La Veu de 31-1-2016
– al blog valenciablancoynegro.blogspot.com.es
– y a algun otro diario donde he verificado datos ya encontrados
Para poner alguna foto de Vitoria…puesto que no hay de Milá….esta foto es de un globo aerostático de finales de siglo, subiendo en el aeródromo de Campo de Lakua. Eran maniobras del Regimiento de Aerostación de Guadalajara, creado en diciembre de 1896:
Gracias, eskerrik asko.
En una novela de Baroja una trabajadora canta una canción sobre «el Globo de Milá»
… Papá yo quiero subir en el globo con Milá …
y buscando sobre ello he encontrado su buen artículo.
Un vitoriano
Es una suerte encontrarse con gente que leyendo novelas investiga sobre las cosas que en sus novelas aparecen. Enhorabuena por ese talento!