LA PRIMERA LÍNEA DE TELÉFONO DE VITORIA-GASTEIZ

En esta historia quiero contar una de esas anécdotas que nos da el siglo XIX, un siglo lleno de “la primera vez que…” . En este caso, la primera vez que se instalaba una línea de teléfono privada en Vitoria. Será la primera de una trilogía sobre la telefonía en Vitoria-Gasteiz que tendrá esta web:
—— la primera, esta donde estamos, sobre la primera línea de teléfono que se instaló en Vitoria, a cargo del ilustre empresario Heraclio Fournier (ESTE ENLACE).
—— la segunda, una entrada larga sobre la telefonía en Álava y Vitoria y sobre los modelos de teléfonos que tenían nuestros padres, abuelos y nosotros mismos en casa ( ESTE ENLACE DONDE ESTAMOS)
—— y una tercera entrada, sobre las últimas cabinas que nos quedan en la ciudad, vestigio de otros tiempos, parte de la historia de esta ciudad, antes de que desaparezcan del todo (EN ESTE ENLACE) (aún sin terminar)

¿Quién podría ser el “tirado p´alante” que pusiera ese aparato tan moderno en una ciudad pequeña como esta?. Pues un grande de aquella época, claro, Heraclio Fournier González, el empresario que fundó la fábrica de Naipes Fournier.
Ocurrió el año 1882, cuando Heraclio tenía 33 años pero ya era un gran empresario con un negocio boyante (ver la historia de la fábrica y la biografía en los enlaces anteriores).
Heraclio había llegado en 1869-70 a Vitoria, procedente de Burgos donde se había instalado inicialmente su familia, y aquí, con una pequeña máquina Minerva montó un negocio de impresión en lo que era la Plaza Nueva de la ciudad.
Ese año de 1882 quería trasladar y agrandar sus oficinas y comercio (que tenía en el local original de la Plaza Nueva) a un edificio de la Calle Estación y viendo ese invento llamado teléfono, inventado unos años antes (patentado en 1876 por Bell aunque hoy ya se reconoce mundialmente que fue inventado por Antonio Meucci, en 1871), quiso poder disponer de ello en esas nuevas oficinas, con el fin de poder comunicarse con la fábrica que tenía en las traseras de la Calle San Prudencio con Fueros desde un par de años antes (hasta 1887 no se hizo la famosa fábrica de Fournier de la calle Manuel Iradier).

Hay que reconocer que la ciudad no estaba muy adelantada en estas cosas de la técnica, a pesar de ser una ciudad que empezaba a industrializarse y tener importantes factorías. Pero ya no era aquella Atenas del Norte de mediados del XIX que iba puntera en todos los adelantos técnicos y culturales y para que el teléfono funcionara habitualmente en la ciudad aún pasarían unas decenas de años más, lo de Heraclio tan temprano fue una excepción pues (ya antes también Heraclio había introducido en Vitoria al primera “máquina de vapor para impresión”, para fabricar sus naipes).

De acuerdo a los datos de los archivos, el 27 de junio de mandó una carta al Ayuntamiento con el fin de solicitar dos cosas:
—la instalación de un motor de 4CV para su fábrica de impresión en una casa en las traseras de la actual calle San Prudencio, que pertenecía a Anacleto Cruza.
—la instalación de una línea de teléfono entre dicha fábrica y el edificio propiedad de Pedro Aparicio, en la actual calle Dato, donde iba a instalar su despacho y su tienda comercial, con el fin de poder hablar de una a otra dependencia.
En la foto siguiente, teléfonos de esos años, para saber qué tenía entre las manos Fournier:

Mes y medio (las cosas de palacio van despacio) tardó en contestar del Ayuntamiento, total para decir que eso lo iba a mirar el arquitecto municipal, Francisco de Paula. El técnico no tardó tanto, contestó en dos días positivamente: “El arquitecto que suscribe ha reconocido el punto en que Don Heraclio Fournier trata de establecer una máquina de vapor y un teléfono para comunicar su taller de fabricación con la tienda que trata de establecer en la calle de la Estación en la casa que ha construido Don Pedro Aparicio y es de parecer que pueda autorizarse la instalación del primero en la casa que posee Don Anacleto Cruza en la calle San Prudencio siempre que se sujete a lo que prescribe el artículo 34 del bando de la Policía Urbana , y sea responsable de los daños y perjuicios que por la instalación de dicho vapor puedan ocurrir y saque la chimenea de humos encima de los tejados de las casas contiguas, debiendo antes de que empiece a funcionar la nueva máquina ser reconocida. El teléfono puede también colocarlo, según ha manifestado el interesado tener autorización de Don Gervasio Quintanilla para pasarlo por la cornisa del tejado de la fonda de dicho señor, por no embarazar en nada el tránsito público». En la sesión del 18 de agosto de 1882 el Ayuntamiento aprobaba la comunicación por escrito de la autorización aprobada por el Pleno.

A principios de septiembre de 1882, se estableció la primera comunicación telefónica privada en Vitoria.


PARA SABER MÁS:
—Web Euskonews, artículo de Begoña VILLANUEVA GARCIA. ENLACE
—Un magnífico estudio sobre los Fournier,: “La saga de los Fournier en Burgos en el siglo XIX : en el centenario del fallecimiento de Heraclio Fournier González (1849-1916)” de Gregorio del Santo Nogal. EN ESTE ENLACE
Artículo de Begoña Villanueva García “El último eslabón de la modernización alavesa: la definitiva instalación del servicio telefónico (1936-1972)”. Revista de estudios alaveses Sancho el Sabio, número 37 del año 2014, páginas 253-276

Unas curiosidades. Esta es la lista de abonados de Vitoria del año 1913. La inmensa mayoría negocios, servicios públicos o empresas, algún particular, militares, iglesia, políticos…

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